En abril de 2006, el embajador Barclay respondió al secretario de Estado ocho preguntas sobre los hábitos privados del presidente salvadoreño. Es un retrato que muestra a un Saca con gran control sobre sí mismo, que desprecia "visceralmente" al comunismo, que jamás fumaría un habano hecho en Cuba y que es muy hábil en su manejo como figura pública.

En febrero de 2008 el empresario Roberto Murray Meza confesó a la embajada estadounidense que buena parte de los financistas tradicionales de Arena pensaban que las primarias para la postulación presidencial de 2009 estaban manipuladas por Antonio Saca y que Ávila, a la postre el candidato, era un mal contendiente.

Tres ex presidentes y destacados empresarios diseñaron en 2008 estrategias para hacer contrapeso a un posible gobierno del FMLN, según dijo a la embajada de EUA Salvador Samayoa. Agregó que Cristiani dudaba de la capacidad del candidato arenero para ganar en 2009 y comentó que el presidente Saca había manipulado instituciones de gobierno como la Fiscalía.

La embajada temía una victoria de Mauricio Funes en 2009. Desde 2006 ponían atención a aquel posible candidato y el temor no radicaba tanto en Funes, sino en lo que el FMLN pudiera hacer si ganaba la presidencia. Los embajadores de turno, republicanos de pura cepa, temían que el partido aplastara al gobernante y que este fuera incapaz de ejecutar su agenda.

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