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En 2006 EUA negoció con el PCN los votos para apoyar el envío de tropas a Iraq

Rodrigo Baires Quezada

Publicado el 23 de Agosto de 2011

La embajada de Estados Unidos logró que la Asamblea Legislativa votara a finales de 2006 para que en 2007 los dos contingentes del Batallón Cuscatlán viajaran a Iraq con el sello de apoyo multipartidario. Los cables filtrados por WikiLeaks muestran que el PCN dio sus votos después de que fueron convencidos por personal diplomático.


Lo de la soberanía y el respeto a los asuntos internos de los países parece quedar en duda a la luz de unos cables de la diplomacia estadounidense, que muestran cómo Estados Unidos se las arregló para lograr que la Asamblea Legislativa apoyara el envío de tropas salvadoreñas a Iraq en 2007, justo cuando era incierto que los diputados apoyaran una misión crecientemente impopular entre los salvadoreños.

Cuando a finales de 2006 tambaleaba el respaldo del parlamento a la misión militar de El Salvador en Iraq, la embajada de Estados Unidos se las arregló para lograr que la votación clave en el parlamento obtuviera el respaldo necesario, y para eso negoció directamente con los dirigentes del Partido de Conciliación Nacional (PCN).

Sin el PCN, el parlamento tenía solamente 39 votos a finales de 2006, y aunque no era estrictamente necesario el respaldo legislativo, desde el inicio del envío de contingentes militares a Iraq la presidencia de la República había acudido a la Asamblea en busca de respaldo político. El Salvador había despachado ya hacia Iraq siete contingentes, y a Estados Unidos le interesaba la mayor diversidad posible de naciones en el país asiático, de donde pronto se habían corrido países como Nicaragua, Honduras y República Dominicana, que al principio aceptaron junto a El Salvador participar en la ocupación de Iraq.

Con una creciente impopularidad, la permanencia de El Salvador en Iraq era importante para Washington, que necesitaba respaldo para que se garantizara el envío de los contingentes octavo y noveno, en febrero y agosto de 2007, respectivamente. El embajador Douglas Barclay, según relata el cable número 89760 de la sede diplomática, negoció directamente con los líderes del Partido Conciliación Nacional (PCN) para conseguir los votos necesarios.

El 15 de diciembre de 2006, un día después de que la Asamblea Legislativa aprobara por 49 votos el envió de dos nuevos contingentes a Iraq, la embajada envió un cable a Washington D.C., dando a conocer las buena nuevas: “Las Fuerzas Armadas de El Salvador están en este momento preparándose para enviar un octavo contingente del Batallón Cuscatlán para febrero de 2007”.

La carta era el epílogo de una semana de negociaciones entre la embajada y el PCN que, por primera vez desde que el país sumó su apoyo a las fuerzas de la coalición, condicionaba sus votos en un momento en que la mayoría de la población no apoyaba la medida.

“La presencia continua de tropas salvadoreñas en Iraq es un gran sacrificio político interno para la administración Saca”, remarca el cable, en el que se hace referencia a una encuesta de LPG Datos en la que se destacaba que la decisión de enviar tropas tenía un 81% de desaprobación de la población. “Sin embargo, Saca sigue manteniendo esta política a pesar del riesgo por lo que considera su relación cercana con el presidente (George W.) Bush y el gobierno de Estados Unidos”.
 
Para Antonio Saca, el envió de tropas salvadoreñas a Iraq representaba “el tema más difícil de su administración”, así lo había hablado con el embajador Douglas Barclay y otros enviados del gobierno estadounidense, como el secretario de Comercio Raúl Gutiérrez, en octubre de 2005, y el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental Thomas A. Shannon, en marzo de 2006.

A principiosde 2006, el presidente Saca anunció que no se descartaba mandar un nuevo contingente a Iraq si las Organización de Naciones Unidas (ONU) prorrogaba el plazo a las fuerzas de la coalición. "Estamos valorando esto, somos parte de la coalición y llegando el momento vamos a tomar la decisión del envío de un octavo contingente", dijo Saca luego de reunirse en privado con el subsecretario Shannon.

Incluso, esa combinación de apoyo total en Iraq junto a las repercusiones políticas internas que podían acarrear al partido Arena, le granjeó a Saca que la embajada solicitara a su gobierno el “soporte político” necesario para que se viera afectado su partido político en las elecciones de 2006.

Para agosto de ese año, cuando la ONU aprobó prorrogar la estadía de fuerzas de la coalición en Iraq, el gobierno de Saca se encontró con que con contaba con el apoyo irrestricto del bloque de derecha legislativo para asegurar la participación salvadoreña en la misión militar.

Por primera vez desde que El Salvador comprometió su apoyo militar a las fuerzas de coalición en Iraq, el PCN no aseguró que daría sus votos para mandar un nuevo contingente en 2007. “Hay que analizar muchas cosas para dar ese apoyo, como el nuevo escenario político en Estados Unidos, y ver el entrenamiento y adiestramiento de la tropa que ya se ha visto involucrada en acciones de combate”, dijo  el diputado pecenista y militar retirado Antonio Almendáriz.

Desde Arena, Guillermo Gallegos, entonces jefe de la bancada tricolor en el parlamento, aseguró que si la ONU seguía apoyando las resoluciones, estas “permiten tener la solvencia para seguir con la presencia en Iraq y no podemos abandonar a mitad de trabajo nuestra misión”. Pero fue necesario que la negociación saliera de la Asamblea Legislativa para lograr un acuerdo a favor de enviar más tropas. Específicamente, a la mesa de la embajada de Estados Unidos, donde se negociaron los votos y la aceptación de prorrogar la misión salvadoreña por un año más.

A última hora del 14 de diciembre de 2006, los pecenistas dieron sus votos. “Asegurar la votación requerida significó  la intervención de la embajada con el PNC”, dice el cable firmado por el embajador Douglas Barclay. La negociación incluyó cambiar la visión de Almendáriz, quien pujaba por una prórroga de seis meses en lugar del año propuesto por Casa Presidencial. Según el cable, “el diputado trató de convencer a otros miembros del PCN en favor de su posición”.

Sin embargo, relata el cable, “el embajador se reunió con el presidente del partido (Ciro Cruz Cepeda) y líderes del partido para convencerlos y asegurar los 10 votos vitales del PCN. Al final, Almendáriz sumó su voto también”.

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